Si llegaste a donde dejaste estacionado tu vehículo y lo encontraste aplastado por un árbol o si, en las calles los enormes raudales afectaron el funcionamiento de tu motor, si el granizo destruyó el techo de tu tinglado o el parabrisas de tu automóvil, seguro te arrepentís de no contar con un seguro con cobertura frente a eventos o fenómenos naturales.
Muchos factores influyen en la decisión de comprar o no un seguro: la capacidad económica, la situación del país, el estado actual del bien a asegurar y hasta la percepción que tienen las personas sobre los seguros.
El pensamiento de la mayoría de las personas es que tiene que pasar algo dramático para que nos demos cuenta de la importancia de tener un seguro. No evaluamos el riesgo antes de que pase, sino después, cuando ya lo hemos perdido todo.
El cambio climático se presentó como una nueva problemática a considerar para el sector de seguros a nivel global, con sus particularidades en la oferta local. La creación de nuevas coberturas surge frente a la recurrencia de eventos climáticos extremos que pueden acarrear altos costos.
En Paraguay, esto se viene manifestando bajo la forma de sequías, históricas inundaciones, fuertes granizadas e incluso tornados. Los expertos suelen indicar que los riesgos climáticos actualmente son mayores que años atrás.
Las personas necesitan tener una mejor protección ante los eventos climáticos que se producen cada vez con mayor frecuencia. Una póliza que los proteja adicionalmente contra daños parciales y/o totales ante eventos como granizo, inundación, desbordamiento, raudales, incendios provocados a causa de las inclemencias y caída de árboles, o estructuras, hoy en día es sumamente importante. Nuestros seguros de automóvil, hogar e incendio cuentan con diferentes niveles de cobertura, acorde a las necesidades propias de cada persona, o ente.
Hay fenómenos atmosféricos que pueden ocasionar graves daños a tus bienes. Sin embargo, si contás con un buen seguro, no vas a tener que preocuparte por el coste de la reparación o recuperación. Eso sí, generalmente la cobertura contra fenómenos atmosféricos presenta sus propias condiciones y restricciones. El grado de cobertura que se proporciona en los casos de daños causados por fenómenos meteorológicos dependerá del tipo de póliza y de las condiciones establecidas previamente en el contrato. Y aunque los riesgos relacionados con estos fenómenos son siempre los mismos, las condiciones para que los daños sean cubiertos pueden diferir.
En una emergencia, los segundos cuentan. En las actividades de socorro, el acceso rápido a los fondos también puede marcar una diferencia, ya que permite tomar medidas tempranamente. Estas coberturas pueden contribuir a la adopción de medidas tempranas ante un desastre y acelerar la recuperación.
Si estás interesado y querés conocer más, contáctanos y uno de nuestros asesores se pondrá en contacto contigo para aclarar todas tus dudas.